Los sintomas de la hepatitis incluyen síntomas leves, fiebre leve, leves síntomas gripales, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga, pérdida del apetito, malestar general, náuseas, vómitos, diarrea y fiebre entre otros.
Esta página intenta proporcionar una lista con información de algunos de los posibles síntomas de la hepatitis. Ten en cuenta que los síntomas de la hepatitis pueden variar de forma individual en cada paciente y podrían no presentarse de la misma forma o incluso no manifestarse en todos los casos de hepatitis.
Información general acerca de los síntomas de la hepatitis
Esta información sobre síntomas ha sido obtenida de diversas fuentes y puede no ser totalmente exacta y tampoco tiene porqué ser la lista completa de los síntomas de la hepatitis. Debes consultar con tu médico si notas los primeros síntomas de la hepatitis ya que sólo tu médico puede proporcionar un correcto diagnóstico de los síntomas de forma precisa.
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Síntomas de la hepatitis
Muchas personas infectadas con hepatitis viral no presentan síntomas. Por ejemplo, alrededor de un tercio de las personas infectadas con el VHB tienen una enfermedad completamente "silenciosa".
Cuando aparecen los síntomas, pueden ser leves o graves. Los síntomas iniciales más comunes son fiebre leve, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos o diarrea. Los síntomas posteriores pueden incluir orina oscura, heces pálidas y espumosas, dolor abdominal y coloración amarillenta de la piel y la esclerótica de los ojos (ictericia).
La hepatitis viral, como la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C son diferentes enfermedades que afectan al hígado. Algunos fármacos y medicamentos pueden provocar hepatitis. Cada tipo de hepatitis tiene diferentes síntomas y causas. Los tratamientos para la hepatitis también dependen del tipo de hepatitis a tratar. El médico realizará unas pruebas de laboratorio para determinar el tipo de hepatitis de cada paciente.
Hepatitis A
¿Cómo se contagia la hepatitis A?
El virus de hepatitis A (VHA) se encuentra en las heces de una persona infectada con el virus. Una persona sana sólo necesita ingerir una pequeña cantidad de heces de una persona infectada para contraer una infección de hepatitis. La higiene personal, como lavarse las manos cuidadosamente, puede minimizar el riesgo de que el virus se transmita.
La hepatitis A es una infección común en muchas partes del mundo donde las infraestructuras de saneamiento y alcantarillado son deficientes. A menudo las personas se infectan con el VHA al comer alimentos o al beber agua contaminados.
La hepatitis A también se clasifica como una enfermedad de transmisión sexual (ETS), ya que puede ser transmitida sexualmente. Por ese motivo, el lavado del área genital y anal antes del coito y el uso de preservativos o protectores bucales pueden ayudar a prevenir este riesgo.
La hepatitis A puede afectar a personas de todas las edades. Una vez una persona se expone al virus, tan sólo son necesarias entre dos y seis semanas para comenzar a experimentar los síntomas.
Los signos y síntomas de la hepatitis A
Es posible experimentar síntomas leves o ningún síntoma en absoluto, pero incluso si este es el caso del enfermo, sus heces seguirán siendo infecciosas para los demás. Muchas personas que contraen la infección del VHA presentan los siguientes síntomas:
- Breves y moderados síntomas similares a los gripales.
- Náuseas, vómitos y diarrea.
- Pérdida del apetito.
- Pérdida de peso.
- Ictericia (color amarillento de la piel y de la parte blanca de los ojos, orina de color amarillo oscuro y rostro pálido).
- Picazón en la piel.
- Dolor abdominal.
La infección suele desaparecer en un máximo de dos meses, pero en ocasiones, en algunas personas puede recurrir o persistir más tiempo. Una vez que una persona ha sido infectada y su cuerpo ha luchado contra el virus, esa persona será inmune a la enfermedad de forma permanente. En ocasiones los síntomas pueden ser graves y requieren ingreso hospitalario.
Rara vez hay alguna complicación con la infección por hepatitis A. Es muy poco probable que se produzca un daño permanente del hígado. Sin embargo, en algunos casos extremadamente extraños, esta infección puede ser fatal, sobretodo en las personas de avanzada edad.
Tratamiento de la hepatitis A
No existe un tratamiento específico para la hepatitis y la mayoría de la gente lucha contra el virus de forma natural, volviendo a una salud plena al cabo de un par de meses. El médico te aconsejará evitar el alcohol y los alimentos grasos, ya que pueden ser difíciles de procesar para el hígado y nos puede exacerbar la inflamación.
Los pacientes deben descansar mucho y seguir una dieta nutritiva. También deben asegurarse de no propagar el VHA lavándose las manos después de ir al baño y antes de cocinar o de manipular alimentos. Los pacientes con síntomas más graves pueden ser hospitalizados durante un corto período con el fin de ejercer un mayor control sobre ellos.
Hepatitis B
¿Cómo se contagia la hepatitis B?
La hepatitis B (VHB) es muy común en todo el mundo, con más de 350 millones de personas infectadas. Las personas con VHB a largo plazo tienen un alto riesgo de desarrollar cirrosis hepática o cáncer de hígado.
La forma más frecuente en la que se transmite la hepatitis B es través del intercambio de fluidos corporales con una persona infectada. Se estima que el VHB es de 50 a 100 veces más infeccioso que el VIH.1.
El VHB puede transmitirse de las siguientes formas:
- Por mantener relaciones sexuales sin protección (sin preservativo) con penetración (cuando el pene entra en el ano, la vagina o la boca) con alguien que está contagiado con el virus. También por tener sexo con alguien que está infectado en el que tiene lugar algún tipo de extracción de sangre.
- Al compartir agujas contaminadas u otro tipo de equipo para el consumo de drogas intravenosas.
- Mediante el uso de un equipo no esterilizado para realizar tatuajes, acupuntura o piercings.
- Con frecuencia las embarazadas infectadas, infectan a sus bebés en el momento del parto. La inmunización de los bebés al nacer evita la transmisión de la hepatitis B.
- A través de una transfusión de sangre en un país donde la sangre no se analiza para detectar los virus de transmisión sanguínea como el VHB.
La hepatitis B no se contagia a través de los estornudos, la tos, los abrazos o por estar en contacto con las heces de una persona infectada.
Los signos y síntomas de la hepatitis B
Muchas personas que se infectan con el VHB pueden experimentar síntomas leves o ningún síntoma en particular. Aunque estas personas no presenten ningún síntoma pueden ser portadores del virus infeccioso y transmitirlo a los demás. Cuando aparecen los síntomas en el infectado podemos comprobar que son similares a los de la hepatitis A. Estos síntomas son los siguientes:
- Leves y breves síntomas similares a los de la gripe.
- Náuseas, vómitos y diarrea.
- Pérdida del apetito.
- Pérdida de peso.
- Ictericia (color amarillento de la piel y de la parte blanca de los ojos, orina de color amarillo oscuro y rostro pálido).
- Picazón en la piel.
Si los síntomas se agravan la persona con hepatitis B deberá ser hospitalizado.
La mayoría de los adultos infectados por el virus de la hepatitis B se recupera completamente y desarrolla inmunidad al virus de por vida. Entre el 2% y el 10% de los individuos infectados siendo ya adultos se convierten en portadores crónicos, lo que significa que pueden contagiar a los demás y desarrollar un daño hepático crónico. Los niños infectados, especialmente los bebés recién nacidos, son mucho más propensos a convertirse en portadores crónicos.
Una persona que convive con la infección de la hepatitis B durante unos años, puede desarrollar las complicaciones siguientes:
- Hepatitis crónica.
- Cirrosis hepática.
- Cáncer de hígado.
Tratamiento de la hepatitis B
En la mayoría de los países cuando un paciente obtiene un resultado positivo de la prueba de la hepatitis B será enviado a un especialista que llevará a cabo más pruebas para determinar el grado en que la hepatitis B puede estar afectándole el hígado y cuáles pueden ser las mejores opciones de tratamiento. En estas pruebas, puede ser necesario tomar una pequeña muestra de tejido del hígado, es decir, realizar una biopsia hepática.
En la mayoría de los pacientes con VHB activo, los síntomas no serán graves y no será necesario aplicar el tratamiento. El paciente permanecerá en observación y después de que su sistema inmunológico haya luchado contra el virus durante unos meses, el paciente tendrá una inmunidad natural al virus.
La infección por el VHB se vuelve crónica en aproximadamente el 5% de los adultos, entre el 30 y el 50% de los niños pequeños (de entre 1 a 4) y el 90% de los niños. El virus es más mortal para los jóvenes y las personas que se infectan al nacer, ya que tienen un 25% de probabilidades de desarrollar una enfermedad potencialmente mortal relacionada con el hígado.
La medicación antiviral se administra como tratamiento para las personas con síntomas crónicos con la finalidad de ayudar a prevenir un daño al hígado. Estos medicamentos pueden inyectarse o administrarse en forma de píldora. Ejemplos de ello son el Interferón Alfa, la Lamivudina y el Entecavir. El tratamiento suele durar 6 meses, tiempo durante el cual el paciente es monitoreado cuidadosamente.
Independientemente de que la infección esté produciendo síntomas o no, el paciente será informado para que evite el alcohol, para que descanse lo suficiente y mantenga una dieta saludable.
Hepatitis C
¿Cómo se contagia la hepatitis C?
La hepatitis C (VHC) se puede transmitir de las siguientes maneras:
- Al compartir material para la inyección de drogas (agujas, cucharas, etc.). Esta es la principal ruta de transmisión del VHC en el exterior del África subsahariana.
- Mediante la utilización de un equipo no esterilizado para hacer tatuajes, acupuntura o piercings. Esto puede significar un problema en los países donde el tatuaje o la escarificación es un ritual tradicional y que continúa practicándose.
- A través de la exposición a la sangre durante la práctica de relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. La sangre puede estar presente debido a llagas genitales, cortes o simplemente la menstruación. La transmisión sexual es una forma poco frecuente de la infección por hepatitis C.
- En raras ocasiones, una madre infectada puede infectar a su bebé durante el parto. El riesgo puede ser mayor si la madre también está infectada con el VIH.
- A través de la transfusión de sangre. En muchos países en desarrollo la sangre no se comprueba para detectar el virus de la hepatitis C. Toda la sangre utilizada para las transfusiones del Reino Unido y de los EE.UU. se pone a prueba.
- Por compartir material utilizado para inhalar cocaína. Por lo general, este material utilizado es un billete de banco laminado, que se puede contaminar con la sangre de la nariz de una persona infectada.
La hepatitis C no se transmite por abrazar, estornudar, toser, compartir alimentos o agua, compartir cubiertos o por algún contacto casual.
Signos y los síntomas de la hepatitis C
Muchas personas no tienen síntomas cuando se infectan con la hepatitis C. Los síntomas pueden aparecer más tarde, éstos pueden tardar entre unos 15 y 150 días en desarrollarse. A veces una persona que no se le hayan manifestado los síntomas puede estar infectada y su sistema inmunológico puede eliminar el virus con éxito sin que esa persona se dé cuenta. Una persona infectada sin síntomas puede actuar como portador y transmitir el virus a otras personas.
Entre los posibles síntomas podemos incluir:
- Leves y breves síntomas similares a los de la gripe.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
- Pérdida del apetito.
- Pérdida de peso.
- Ictericia (color amarillento de la piel y de la parte blanca de los ojos, orina de color amarillo oscuro y rostro pálido).
- Picazón en la piel.
Alrededor del 20% de las personas que se infectan con el VHC eliminan el virus de su cuerpo en unos 6 meses, aunque esto no significa que sean inmunes a la infección por el VHC en el futuro.
El otro 80% de las personas desarrollan una infección crónica por hepatitis C. En estos casos el virus puede causar síntomas leves o ninguno. Estas personas tendrán el virus de la hepatitis C durante el resto de sus vidas y seguirán siendo infecciosos para los demás.
Si una persona convive con la infección de hepatitis C durante unos años determinados, puede desarrollar las siguientes complicaciones:
- Hepatitis crónica.
- Cirrosis hepática.
- Cáncer de hígado.
El tratamiento para la hepatitis C
Para determinar el grado en que ha sido afectado el hígado por la hepatitis C, se pueden llevar a cabo otras pruebas. Estas pruebas incluyen pruebas de la función hepática, sustancias que miden unas proteínas y enzimas específicas de la sangre del paciente, demostrando la eficacia con la que el hígado está funcionando. También se puede realizar una biopsia del hígado. Esta prueba se realiza gracias a una aguja hueca y fina que se pasa a través de la piel hasta el hígado y con ella se toma una pequeña muestra del mismo. La muestra se examina con la ayuda de un microscopio para medir la cantidad del daño hepático (inflamación, cicatrización y cirrosis).
El tratamiento combina medicamentos antivirales, el Interferón y la Ribavirina. Aunque el tratamiento ha mejorado en los últimos años, las tasas de éxito varían en función del genotipo del paciente y del tiempo que éste haya tenido la hepatitis C. En el 2011, la FDA aprobó un nuevo medicamento llamado Victrelis (para el tratamiento del genotipo 1 de la cepa de hepatitis C). Cuando este medicamento se tomó junto con otros fármacos existentes, el Victrelis curó a más del 60 por ciento de los pacientes en ensayos clínicos. Si estos datos los comparamos al porcentaje de éxitos de los medicamentos existentes que se toman solos, que son entre el 20 y el 40 por ciento, podemos asegurar que estos medicamentos en conjunto con el Victrelis tiene un porcentaje de éxito mayor. A diferencia de otros fármacos para la hepatitis C, el Victrelis es un inhibidor de la proteasa, similar a los que se utilizan para tratar el VIH. La adhesión a este fármaco es esencial para prevenir la resistencia a los medicamentos.
Los medicamentos antivirales pueden causar efectos secundarios significativos que pueden resultar intolerables para algunas personas. Entre estos efectos podemos incluir los siguientes:
- Dolores de cabeza.
- Síntomas gripales.
- Náuseas.
- Cansancio.
- Dolores corporales.
- Depresión.
- Erupciones en la piel.
El paciente también requerirá chequeos regulares para monitorear su progreso. Es importante recordar que si el tratamiento es eficaz y la infección se elimina, esto no significa que el paciente goce de inmunidad en el futuro para la hepatitis C.
Lista de los síntomas de la hepatitis
La lista de los principales síntomas de la hepatitis, obtenidos de varias fuentes, incluyen:
- Síntomas comunes de la hepatitis:
- Síntomas leves - en algunos casos
- Primeros síntomas:
- Síntomas de la enfermedad avanzada:
- Síntomas graves de la hepatitis fulminante
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